Queridxs compañerxs,
me gustaría agradeceros de nuevo vuestra solidaridad y el apoyo que habéis expresado, de distintas formas, desde el inicio y especialmente durante este juicio, tanto dentro de la sala de los juzgados como desde la lejanía.
En tantos momentos estos gestos me han regalado energía y calor y, evidentemente, alentaron mi convicción de que la lucha siempre seguirá, en cualquier condición e independientemente de los obstáculos que se pongan en el camino.
Justamente porque sé exactamente cómo funciona la justicia y la manía persecutoria del Estado, y ya que en este juicio el tribunal, la fiscalía, los maderos y la prensa necesitaban culpables, siento un montón de rabia. Una rabia hacia ese mundo miserable y totalmente desigual en el que se nos impone el derecho de los poderosos. Una rabia hacia ese sistema del castigo, de la opresión y del confinamiento de todxs aquellxs que no caben en él. Una rabia por toda la manipulación, la farsa y la mentira con que se alimenta la opinión pública… y por supuesto, más rabia por tantas otras cosas.
Esta vez me ha tocado a mi, pero en otros momentos les tocará a otrxs y tal vez incluso a cada unx de nosotrxs, especialmente quienes siguen su camino con dignidad y fuerza. Pero no dejaremos que nos doblegue el Estado y sus secuaces.
La cárcel nunca es el final; estas condiciones agravadas nos animan todavía más a seguir defendiendo la vida y los valores que representamos.
La lucha continúa, – tanto aquí dentro como fuera-, hasta que se derrumben todas las prisiones y todas las formas de dominación y autoridad queden destruidas.
¡Muchísima fuerza y solidaridad a todxs lxs compañerxs presxs y perseguidxs en todas partes!
Libertad para todxs.
Lisa
Junio de 2017